Érase una vez una familia de ratoncitos proveniente de Italia que se quedó dormida en un barco de carga encima de su queso favorito (el Pecorino) y tras el vaivén de las olas del mar terminaron en Perú.
Al llegar, se enamoraron del lugar y ya no quisieron regresar. La comida era espectacular, ni hablar del cariño de la gente, su historia y sus montañas cautivadoras.
¿Estos ratoncitos son muy amorosos y talentosos—puedes
adivinar cuáles son sus talentos?
¡La familia Picorino quiere conocerte y que seas tú el escritor
de sus próximas aventuras!